Si has empezado a ver la serie de Heartstopper y te está gustando, tenemos unas series que comparten ciertos puntos con el LGTBIQ+ que podrían hacerte bastante interesante estas series e incluso aprender mas para convertirte en una mejor persona.
Special
Con excelentes críticas, esta comedia honesta y divertida producida y protagonizada por Ryan O’Connell es una de las mejores cosas que no has visto todavía. Es semiautobiográfico, basado en sus memorias, y sigue el viaje de un hombre gay con parálisis cerebral que decide cambiar su vida. Es un gran espectáculo en tantos niveles ambientado en la actualidad de Los Ángeles. El personaje principal es deliciosamente sarcástico, imperfecto, pero muy identificable; es divertidísimo, pero también suele ser muy conmovedor. Cualquiera que sienta que no encaja o aquellos de nosotros que navegamos constantemente por nuestros propios errores, ¡este es para ti! También es importante tener algo como Special en nuestras pantallas porque, como dice el mismo O’Connell, «cuando no te ves reflejado en ti, se te dice implícitamente que no importas».
Orange is the New Black
Es difícil saber qué decir sobre Orange Is The New Black que no se haya dicho ya, pero, si por alguna razón, no has visto este maravilloso espectáculo repleto de temas queer y LGBTQ+, entonces deberías hacerlo. tan pronto como sea posible. El personaje principal Piper (interpretado por Taylor Schilling) es una mujer blanca privilegiada arrojada a una prisión de reclusas exclusivamente femeninas y, a través de esta experiencia, el programa explora una serie de temas que tienen que ver con cuestiones queer y la sexualidad femenina en general.
La gran cantidad de personajes queer multidimensionales en Orange Is The New Black hace que valga la pena verlo. Ya sea Sophia (Laverne Cox), Poussey (Samira Wiley), Suzanne (Uzo Aduba) o Nicky (Natasha Lyonne), una de las mujeres en este programa seguramente resonará con cualquier espectador queer de alguna manera. Orange Is the New Black es una de las primeras series creadas exclusivamente para la transmisión, por lo que si aún no la ha disfrutado, ahora está disponible en Netflix.
Pose
Ryan Murphy, famoso por Glee y American Horror Story, hizo historia con este programa porque presenta la mayor cantidad de miembros transgénero en el elenco en la historia de la televisión estadounidense. Pero no fue un gesto simbólico: el programa también cuenta una historia completa y rica de la vida y la cultura en la década de 1980 en Nueva York, incluida la glamorosa escena del salón de baile.
La profundidad de la humanidad que se ofrece en Pose es enormemente conmovedora. La trama cubre la devastación de la crisis del SIDA, los desafíos que enfrentan las personas transgénero de color, la asombrosa riqueza y los privilegios de la época (y cuántas personas quedaron excluidas). Si bien trata estos temas con respeto, hay una buena dosis de humor, diversión y algunos disfraces francamente fabulosos. Se ha invertido una gran cantidad de compromiso en hacer que el escenario y la utilería sean lo más auténticos posible del período de Nueva York.
Grace y Frankie
Esta comedia de Netflix trae la diversidad tanto en personajes LGBT como en edades ambientadas en el área de La Jolla en San Diego. Muy a menudo, los programas de televisión se centran en los jóvenes, por lo que ver a las personas mayores navegar por las emociones, las relaciones y las crisis es una bocanada de aire fresco para todos nosotros. Jane Fonda y Lily Tomlin interpretan a Grace y Frankie, archirrivales que se enteran de que sus maridos se han enamorado.
Cuando las mujeres se quedan, aprenden a vivir juntas. El espectáculo comenzó un poco inestable, pero solo ha mejorado con el tiempo. Claro, puede ser un poco cursi, pero a veces a todos nos gusta que nos toquen un poco el corazón. El humor se ha vuelto más audaz y los personajes se han desarrollado mejor. RuPaul también se unió al elenco en la temporada 5 como némesis para la pareja, ¡lo que aumenta la diversión!
El cuento de la criada
Tendrías que haber estado viviendo debajo de una roca para no haber oído hablar de El cuento de la criada , una adaptación inquietantemente profética del clásico de Margaret Atwood de la década de 1980 que ganó aún más profundidad cuando aterrizó en los albores de la presidencia de Trump.
La serie está ambientada en Gilead, un estado fundamentalista que trata a las mujeres como una propiedad y utiliza a las mujeres fértiles como ‘siervas’ para dar a luz a los hijos de las clases dominantes. Es increíblemente oscuro e increíblemente apasionante, con temas y mensajes universales.
Si bien hay personajes LGBT, como la mejor amiga de June antes de que Gilead se hiciera cargo y su compañero de compras Ofglen, estos no son «personajes homosexuales» simbólicos, sino mucho más que su identidad sexual. El programa destaca lo que puede suceder (y lo que ha sucedido) a las personas que están marginadas en la sociedad. Nos muestra una brutalidad a la que siempre debemos recordar enfrentarnos. En medio del horror, hay momentos de luz que nos recuerdan cuán resistente puede ser la humanidad. Aunque no siempre es fácil de ver, es imprescindible.
Euphoria
La inmensamente popular Euphoria de HBO Max es una de las series de televisión queer más exitosas y visibles de los últimos años, y también por una buena razón. Protagonizada por Zendaya y Hunter Schafer, entre otros, la serie es una exploración cruda y real de las vidas de los adultos jóvenes y adolescentes modernos, y sus temas intensos y pesados son tan creíbles y identificables que a veces pueden ser abrumadores o sobreestimulantes.
El programa no es necesariamente edificante, y sus temas de abuso, adicción y más son difíciles de tragar. Sin embargo, Euphoria es genuina, para bien y para mal. Capta lo que es ser un joven LGBTQ+ mejor que casi cualquier otro programa de televisión y, aunque rara vez es positivo, en lugar de eso, oscila entre la depresión y la euforia, es intensamente identificable, y cualquiera, queer o no, seguramente encontrará una parte de sí mismos en el espectáculo.
