Hoy vamos a repasar los mejores biopics de la historia del cine. Películas que recrean la vida y obra de un personaje relevante y que han trascendido el paso del tiempo. Homenajes cinematográficos al más alto nivel, que sublimaron la figura de quien inspiró su película. Estos son los mejores biopics de la historia
La pasión de Juana de Arco (1928)
Carl Theodor Dreyer dirigió una obra de arte de cine, cuando mucha gente aún no sabía lo que era el cine. La Pasión de Juana de Arco es una maravilla de dos horas, cuya narrativa y montaje, casi un siglo después, siguen siendo aplaudidos.
Rodada en blanco y negro, la fotografía de Rudolph Matéen merece mención especial. Como también lo merece Maria Falconetti, excelsa en el papel de Juana de Arco. Fue la primera película en entrar en la lista de los mejores biopics de la historia
El Hundimiento (2004)
El Hundimiento fue alabada y aclamara por público y crítica. A pesar de eso y de ser uno de los mejores biopics de la historia, le cayeron palos a su director.
Oliver Hirschbiegel fue atacado por humanizar la figura de Adolf Hitler. La realidad es que el responsable fue Bruno Ganz, con su espectacular interpretación del dictador. La historia, contada de forma exquisita y con un rigor histórico abrumador, hizo el resto.
El Lobo de Wall Street (2013)
Cuando una película de tres horas, se pasa volando, es que algo se ha hecho bien. En este caso, Martin Scorsese lo hizo de maravilla. El Lobo de Wall Street es la historia de Jordan Belford, el estafador que hizo temblar la economía mundial.
Una película frenética, divertida y sorprendente, en la que Leonardo DiCaprio brilla por encima de un elenco soberbio. Jonah Hill, Margot Robbie o Kyle Chandler le acompañan en esta montaña rusa de emociones que es El Lobo de Wall Street. Sin duda, uno de los mejores biopics de la historia
Patton (1970)
Patton se llevó siete Oscar, entre los que estaban Mejor Película, Mejor Actor, Mejor Actor y Mejor Guión. Nadie como Franklin J. Schaffner ha sabido contar la victoria del general George S. Patton como él.
De la mano de un inconmensurable George C. Scott, en la piel de Patton, regaló al mundo la bélica historia de cómo cambió el sino de la II Guerra Mundial. De cabeza a los mejores biopics de la historia
Amadeus (1984)
Milos Forman se convirtió en un experto en colar películas entre los mejores biopics de la historia. La primera fue su maravilloso homenaje a Mozart, allá por 1984. Una película técnicamente perfecta, estéticamente absorbente y narrativamente sublime.
Su visión de la Austria del siglo XVIII es idílica. El escenario ideal para enfrentar a dos genios de la música como Antonio Salieri y Wolfang Amadeus Mozart. Se llevó ocho Oscar y ni uno solo es discutible.
Man on the Moon (1999)
15 años después, Milos Forman volvería a hacerlo. Coló una nueva película entre los mejores biopics de la historia. Y lo hizo gracias a un Jim Carrey en estado de gracia. El actor se metió en la piel de Andy Kauffman hasta tal punto, que convirtió el set de rodaje en una pesadilla.
A pesar de ello, Man on the Moon es un retrato agridulce de un cómico que cambió la forma de hacer humor. Su complicidad en pantalla con Danny DeVito y Paul Giamatti son claves, aunque Jim Carrey sobresale como pocas veces lo hizo.
Toro Salvaje (1980)
El Martin Scorsese más salvaje se rodeó de un elenco espectacular para contar la historia del boxeador Jake Lamotta. Interpretado por un inconmensurable Robert De Niro, que se musculó al extremo para el papel. Junto a él, Joe Pesci o Cathy Moriarty.
Otro elemento que convierte a Toro Salvaje en uno de los mejores biopics de la historia es su fotografía. Absolutamente magistral, de la mano de Michael Chapman.
Bronson (2008)
Bronson es, además de uno de los mejores biopics de la historia, el más extraño. Nicolas Winding Refn, habitual de los proyectos diferentes, cuenta la historia de Michael Petersen, el hombre más peligroso de Reino Unido.
Para darle vida recurre al siempre eficiente Tom Hardy quien disfrutó como pocas veces en este papel. El resultado es una historia estéticamente hipnótica y extrañamente empática.
Lawrence de Arabia (1962)
David Lean se marcó, hace más de medio siglo, una obra maestra descomunal de casi cuatro horas. Lawrence de Arabia es una cinta para paladear y disfrutar por su belleza y perfecta narrativa.
A ellas se suman la sublime interpretación de Peter O’Toole y una fotografía que poca gente en Hollywood ha podido igualar. Sin duda, uno de los mejores biopics de la historia y una de las mejores películas hechas jamás.
La Red Social (2010)
David Fincher sorprendió a propios y extraños con un peliculón tremendo. La historia de Mark Zuckerberg y la creación de Facebook dejó al mundo helado por su crudeza narrativa. Eso sí, su espectacular dirección tuvo una inestimable ayuda con el guión de Aaron Sorkin. Cuando dos genios se unen, suelen pasar estas cosas.
Junto a ellos, un reparto solvente encabezado por Jesse Eisenberg, Andrew Garfield y Justin Timberlake. De forma inesperada pero muy merecida, se cuela entre los mejores biopics de la historia
La Lista de Schindler (1993)
El genio de genios, Steven Spielberg, tuvo en La Lista de Schindler su mejor película. Durante tres intensas y excelsas horas, la cinta repasa cómo fue la Shoah para el pueblo judío. Eso sí, lo hace desde la perspectiva de uno de los héroes de la historia negra más reciente: Oskar Schindler.
Una obra maestra de principio a fin, coronada con la interpretación increíble de Liam Neeson, secundado por dos enormes Ben Kingsley y Ralph Fiennes. Es uno de los mejores biopics de la historia, y puede que el mejor. Se llevó siete Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director, de las 12 estatuillas a las que optaba
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