Hacer un ranking con Hollywood de por medio, sólo puede terminar de dos maneras: a puñetazos o en litigio. A pesar de que ninguna opción nos gusta, vamos a jugárnosla con las 20 películas más recomendadas de la historia.
Sí, es algo muy personal y variable pero, en este caso, al menos estamos de acuerdos con la Academia y los 6.000 señores y señoras que, año tras año, y ya van 89 ediciones, se encargan de repartir estatuillas entre unos, y romper corazones a otros. Clásicos de ayer, hoy y siempre, y algún filme reciente. Y es que, ¿quién dice que ya no se hace cine como el de antes? Incluso mejor. Y para muestra, las primera de las 20 películas más recomendadas de la historia.
La La Land (2017)
¿Una película recién estrenada en un ranking de mejores de la historia? ¿Por qué no? La La Land es una obra cumbre de Hollywood. La historia de amor musicalizada que presenta Damien Chazelle es absolutamente maravillosa.
La pareja que forman Emma Stone y Ryan Gosling está a la altura de las más grandes del séptimo arte. Por si fuera poco, el final no es el que todo el mundo esperaría en una historia así. Una cinta disfrutable de principio a fin, y que tomará más relevancia, si cabe, con el paso de los años
Titanic (1997)
La película con más Oscar de la historia del cine y la segunda más taquillera de la historia, debe estar en esta lista sí o sí. James Cameron hizo llorar a medio mundo con una película que todo el mundo conocía. Al menos, sabían cuál era el destino del barco. Pero claro, si entre medias cuelas a Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, y les regalas una deliciosa aventura amorosa express, el resultado no puede ser otro que una obra maestra para la leyenda.
Cadena Perpetua (1995)
Para muchos, la mejor película de Hollywood. Su final, es de los que te dejan con la boca abierta durante años. Su historia, de las que te llega directamente al estómago. Sus interpretaciones, dignas de todos los premios que no se llevaron.
Su recuerdo, de los mejores que te dejará nunca una película. Frank Darabont regaló a Morgan Freeman y Tim Robbins el papel de sus vidas. Incomprensiblemente, la Academia no le dio ni uno de los 7 Oscar a los que optaba. En fin, es la Academia.
El padrino (1972)
La trilogía por excelencia del cine clásico. La obra cumbre de un grande como Francis Ford Coppola y la consagración de Marlon Brando como uno de los mejores actores de la historia de Hollywood. La vida y obra de Don Vitto Corleone, el gran capo de la mafia en Nueva York, y como controlaba todo el dinero que se movía en los bajos fondos de la Gran Manzana con puño de hierro. Trilogía para ver, mínimo, una vez cada año.
Lo que el viento se llevó (1962)
Arte convertido en cine. Una obra que va camino de los 80 años y que sigue siendo imprescindible. Clark Gable y Vivien Leigh siguen siendo una de las parejas con más química en pantalla de la historia y Victor Fleming, el responsable de unirlos en ella. Red Butler y, sobre todo, Escarlata O’Hara, han sido, son y serán los personajes de referencia de varias generaciones.
Casablanca (1942)
Cuando medio mundo (ellos) quieren ser Humphrey Bogart, y el otro medio (ellas) quieren ser Ingrid Berman, es que algo has hecho bien. En este caso, Michael Curtiz hizo bien todo. Una película para la historia que, ojo, suma ya 75 años en todos los rankings de los mejor que se ha hecho en Hollywood. Rick, Ilsa, Sam…
Muchos nombres vinculados al recuerdo de Casablanca y, sobre todo, el As Time Goes By que universalizó Dooley Wilson. Una maravilla. Por cierto, en principio, Ronald Reagan era el elegido para interpretar a Rick. Cosas de la vida, acabó en la Casa Blanca… ¿Lo coges? Casa Blanca… Casablanca. Ale, siguiente película.
Ciudadano Kane (1946)
Un año antes que Casablanca, Orson Wells se marcó un hit llamado Ciudadano Kane que maravilló al mundo entero. Como director y como actor, Wells dejó claro que era de lo mejor que iba a pasar nunca por la historia de Hollywood. La historia nace de una sola y misteriosa palabra: Rosebud. La última que pronuncia Charles Foster Kane, un multimillonario norteamericano, justo antes de morir en su castillo, el mítico Xanadú. Para saber qué quiso decir, tocará investigar.
La lista de Schindler (1994)
Cuando Steven Spielberg dominaba la Meca del Cine con puño de hierro, deleitó a público y crítica con su obra más arriesgada hasta el momento. La lista de Schindler cuenta la historia de un buen tipo que se gana a los nazis más poderosos, durante la II Guerra Mundial, para poder darles donde más les duele y, lo mejor, delante de sus narices. Se rodó en blanco y negro, salvo un único elemento: la niña del abrigo rojo. Una obra de arte que Spielberg no ha conseguido superar.
Blade Runner (1982)
Ridley Scott se puso a la altura y superó a gente como Steven Spielberg o George Lucas en el mundo de la ciencia ficción, con su obra más celebrada: Blade Runner (con permiso de Alien). Harrison Ford, guapérrimo en 1982, contra los indestructible replicantes y uno de los mejores villanos de la historia: Rutger Hauer. Este Nexus-6 nos dejó, además, una de las frases para la historia del cine: «He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves más allá de Orion…»
La Naranja Mecánica (1975)
Esta película de Stanley Kubrick no sólo fue polémica, también provocó desmayos, vómitos, enfados y hasta peleas durante su proyección. ¿El motivo? Alex y sus drugos, más empeñados en mostrar su ultra-violencia que en labrarse un futuro decente. Malcolm McDowell y la estética de su squad, son legendarios y algunas de las escenas que nos regaló La Naranja Mecánica, llevan décadas adornando millones de habitaciones de pequeños y no tan pequeños.
Vértigo (1958)
Para muchos, una película adelantada a su tiempo, como casi todo lo que hizo el genio Alfred Hitchcock. No obstante, Vértigo tardó años en recibir el reconocimiento de obra maestra que es considerada hoy en día.
Vértigo es una obra de ingeniería perfecta que se mueve entre lo ético y lo estético para contar una historia perturbadora, misteriosa y elegante. La historia de James Stewart, un detective que ya no ejerce debido a su acrofobia y vértigo, que es contratado por un viejo amigo. Éste le pide que vigile a su esposa, Kim Novak, quien asegura estar poseída por un espíritu.
Cuentos de Tokio (1953)
Yasujiro Ozu convirtió lo complicado en sencillo en esta obra maestra de los años 50. Cuento de Tokio es un drama que toca todos los sentimientos universales que generan cine en todo el mundo. Desde el amor fraternal, al olvido, pasando por el egoísmo de los hijos o el incontrolable paso del tiempo.
Cuentos de Tokyo muestra el transcurrir de los años desde la tranquilidad de una familia normal que deja de serlo cuando se empatiza con ella. Una historia demoledora e impactante que es la historia de cada familia que conocemos.
El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey (2003)
La película que coronó una de las mejores trilogías de la historia del cine. Peter Jackson sublimó la obra de J. R. R. Tolkien con una tercera entrega majestuosa. Tras seis horas de metraje, El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey era la confluencia de todas las tramas en una batalla final colosal, épica y que sigue siendo señalada como un referente.
Su presupuesto de 94 millones de dólares se disparó a casi 1.200 millones de recaudación en taquilla. Ahora, mejor todavía fue su paso por los Oscar. Se llevó las 11 estatuillas a las que estaba nominada, convirtiéndose en la película más laureada de la historia. Imposible no contar con ella entre las 20 películas más recomendadas de la historia.
2001: Odisea en el Espacio (1968)
Cuando 2001 era el futuro y Stanley Kubrick lo imaginó, poco tenía que ver con el que fue en realidad. A pesar de todo, 2001: Odisea en el Espacio es una obra magna del cine. El director marcó las pautas de la ciencia ficción de las siguientes décadas, a pesar de que hay mucho aficionado que odia esta cinta por lenta.
Stanley Kubrick cuenta una historia casi carente de sentimientos, algo hecho de forma deliberada. La estética de la cinta ayuda a potenciar la frialdad de un entorno donde el personaje más humano es HAL 9000, el ordenador con inteligencia emocional que domina la nave y que, al final, se roba todo el protagonismo.
Centauros del Desierto (1956)
John Ford llamó The Searchers a la que muchos consideran obra más grande de la historia del western. Se trata de una cinta en la que el odio, la venganza y la violencia son las motivaciones principales de sus protagonistas. Una road movie disfrazada de western con un John Wayne en estado de gracia.
El camino hacia la redención del protagonista deja a las claras que es John Ford quien mueve los hilos. Su retrato de la condición humana, la épica de la historia, su excelsa narrativa o la poesía de cada plano, son sellos de calidad e identidad del grandioso cineasta.
El Acorazado Potemkin (1925)
Sin duda, El Acorazado Potemkin es una película crucial en el desarrollo de la narrativa en el cine. También lo fue en la forma de editar y montar a partir de entonces. Mucha culpa de ello la tiene la mítica escena de la escalinata de Odessa, en la que se juntaron más de 170 planos, generando una sensación que el espectador no había visto hasta ese momento.
Sergei Eisenstein fue el maestro de los maestros del cine que estaban por llegar. Su película consigue emocionar al espectador de principio a fin. Hasta tal punto es considerada El Acorazdao Potemkin, que a pocos años de su centenario, muchos la consideran la mejor película de la historia.
Al Final de la Escapada (1960)
Jean-Luc Godard fue el artífice de uno de los títulos más memorables de la Nouvelle Vague. Con un guión de François Truffaut, el director sorprendió a propios y extraños con técnicas revolucionarias en ese momento.
Desde el uso de la cámara en mano, aprendido en el neorrealismo de Italia, a los saltos de plano, pasando por la ruptura de la cuarta pared, cuando los protagonistas hablan directamente a cámara. El impacto de un personaje hablando el espectador fue tremendo.
Al Final de la Escapada, además, tiene mucha metarreferencia, lo cual no quita de ser una cruel y tremenda historia sobre la crueldad de la sociedad de la época y la dureza de las historias sentimentales más extremas.
Los Siete Samurais (1954)
Sin duda, Los Siete Samurais es una de las películas más influyentes en la historia del cine. Akira Kurosawa dejó su huella en la forma de hacer cine, además de convertirse en todo un icono vintage de la cultura pop. Gente como George Lucas ha reconocido la influencia del cineasta nipón en su saga Star Wars.
Los Siete Samuráis es la película en constante movimiento. No hay un solo plano estático, lo que provoca una tensión constante en el espectador. Todo pensado para acabar con una legendaria batalla final que, a día de hoy, sigue siendo un referente. Una cinta muy actual, sobre todo teniendo en cuenta cuando se rodó.
Apocalipsis Now (1979)
Francis Ford Coopola en estado de gracia regaló a Hollywood y al mundo un retrato de la locura y la desesperación de la guerra. Una película tremenda, abrumadora y sobrecogedora que muestra, sin tapujos, los horrores de la guerra y las consecuencias de la misma.
Su reparto, encabezado por Marlon Brando, Martin Sheen y Robert Duvall, es de lo mejor de la historia. Tuvo ocho nominaciones a los Oscar, se llevó solo dos (Sonido y Fotografía) y a punto estuvo de ser el fin de la carrera de Scorsese. Curioso porque es su mejor película de largo.
Persona (1966)
Ingmar Berman sublimó el cine intimista con esta exploración de las dos personalidades de una misma mujer. De la mano de dos magistrales Bibi Anderson y Liv Ulman, el cineasta sueco creó una película tan bella como inquietante.
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